martes, 24 de mayo de 2011

La Justicia


Nunca tuvo la Justicia los ojos vendados. Le ponemos una venda porque no soportamos ver que no somos nosotros lo que anda buscando.
Ponemos nuestra causa en uno de sus platos y en el otro el efecto que deseamos. Buscando un equilibrio estático pasamos la mirada de uno a otro plato sin darnos cuenta de que ese instante en el que vemos y no miramos es un salto en el tiempo y el espacio, mucho más allá de ahora y de nosotros.
No encontramos nunca la justicia porque la queremos quieta, pequeña y esperando.

2 comentarios:

  1. Va siendo hora de que la justicia abra los ojos y contemple todos los desmanes que se hacen en su nombre.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Es verdad, Camino, y yo estoy seguro de que la hora ya está en marcha; pero no confundamos a La Justicia con los que profanan su nombre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar