jueves, 27 de septiembre de 2012



Pequeños Accidentes Caseros

Me hice un tajo en un dedo cuando cocinaba.
Luego me despellejé otro dedo al abrir una botella.
Hoy me he raspado la pierna con el pico de la mesita.
Así que me he puesto seria:
he reunido en asamblea a todos los objetos de mi casa
y les he dicho que ya sé
que me muero de la pena,
que tengo el corazón en carne viva,
que ya sé
que no soy más que una herida que sangra tristeza,
que hasta respirar me duele porque él no me ama como le amo yo;
en fin: que no hace ninguna falta, les he dicho,
que me lo recuerden también ellos cada día.

Berna Wang

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un rincón de sol en la cabeza.



Porque amamos el fuego
y creemos en días semejantes a nubes
días en que florezcan fusiles y claveles
sobre el viejo país de los dientes afilados.

Vamos viviendo amigo
vamos así viviendo
porque guardamos
como un rincón de sol en la cabeza.

Por saber en que labios
las palabras más bellas
son como pájaros muertos
y en que labios son ríos bien llenos de esperanzas
son un río de sueños que deben ser posibles.

Vamos viviendo amigo
vamos así viviendo
porque guardamos
como un rincón de sol en la cabeza.
Pablo Guerrero 

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Dónde yo?


¿Y si hubieras subido en ese barco?
¿Si hubieras tomado aquel tren de medianoche?
¿Si hubieras apretado la mano
entorno a la cuerda de ese globo?
¿Si te hubieras hundido a lomos
de aquel pez de escamas de plomo?
¿Si te hubiera bastado ya
con lo tomado de esta vida?

- Adiós. Tengo bastante ya de ti
(sin llegar ni a decírmelo)-

Si me hubiera quedado
sin tu carcasa escueta,
sin tu melena negra y sin tus ojos,
sin tu sonrisa amenazantemente tierna,
sin todas esas señas
que me permiten verte desde fuera...

¿Dónde yo?
¿Dónde mis ansiedades, mis deseos?
¿Dónde los dedos sigilosos de mi alma?
¿A qué piel, a qué lugar, 
a qué costumbres?
¿A qué calor, a qué contraste,
a qué espejo, buscándome, 
hubiera regresado
cada día?

sábado, 8 de septiembre de 2012

Zona de niebla


Mis pies pisan la roca
mi cabeza
sobre nubes
va flotando...

...pero hay una zona de niebla que me tiene partido.

No veo mis pies en el camino;
no siento el rostro del que tiraba de mí
con tanto ahínco hacia el horizonte.

Un viento fuerte, por favor, un barredor de tristeza y un aguacero como el deseo de Silvio, un aguacero en venganza: inmenso, arrollador, estruendoso y, a poder ser, un arcoíris pequeño, diminuto, a forma de epílogo, de capítulo, de fin... de "bien: a lo que íbamos, que era aquello de seguir buscando la belleza".