A veces se olvidan.
Las respuestas seguras
los gestos cotidianos
las preguntas correctas
las verdades aprendidas
las mentiras pactadas
las promesas juradas
los besos
las caricias
las palabras precisas
el miedo
las heridas
el camino de casa
el puerto de salida...
A veces se olvidan todas esas cosas pequeñas que nunca creímos guardar en la memoria.
No murieron las flores que llevábamos ni perdimos el calor de nuestras manos, y el sol, por detrás de la niebla, sigue saliendo cada día.
Seguimos caminando atónitos, perplejos, preguntándonos dónde nos habrán llevado nuestros pasos cuando la bruma escampe y regrese a nosotros la memoria.
Muy buena reflexión, aunque hay ocasiones es que casi era mejor no recordar, pero curiosamente es lo primero que nos viene a la mente.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso el poema y muy acertadas las reflexiones. Olvidamos demasiado y también recordamos un montón de cosas inútiles.
ResponderEliminarSiempre hay que prestar atención
ResponderEliminara nuestros pensamientos,
a nuestros sentimientos,
a bnuestro actos.
Para establecer
la Santçisima Trinidad
en el hacer
del día.
Gracias
Ahora me doy cuenta de que no lo había dicho antes en voz alta. Lo digo ahora: Gracias por venir. Pasad, tomaremos un café y recordaremos u olvidaremos juntos.
ResponderEliminarBellísimo...
ResponderEliminarGracias!