Pequeños
Accidentes Caseros
Me hice un tajo
en un dedo cuando cocinaba.
Luego me
despellejé otro dedo al abrir una botella.
Hoy me he
raspado la pierna con el pico de la mesita.
Así que me he
puesto seria:
he reunido en
asamblea a todos los objetos de mi casa
y les he dicho
que ya sé
que me muero de
la pena,
que tengo el
corazón en carne viva,
que ya sé
que no soy más
que una herida que sangra tristeza,
que hasta
respirar me duele porque él no me ama como le amo yo;
en fin: que no
hace ninguna falta, les he dicho,
que me lo
recuerden también ellos cada día.
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